FUENTES EN PLAZAS Y ESPACIOS PÚBLICOS EN SUIZA:ZUG.
El casco antigüo de la ciudad posee varias fuentes. Una de ellas es la fuente Greth Schell, que se encuentra ubicada frente a la entrada de la Capilla de Nuestra Señora (la más antigua de la ciudad). La misma simboliza a una mujer, Greth Schell, que lleva a su marido borracho a casa. Cada año, el lunes de carnaval se recrea la historia.
También tenemos la fuente de Pica, que
se encuentra en el mismo lugar donde en el siglo XVI había una fuente para
lavar el pescado. La nueva escultura muestra la imagen de un niño sosteniendo
una pica en sus brazos y fue realizada en 1956 por el escultor Andreas Kögler.
LAGOS:
Las grandes ciudades de Suiza se encuentran a orillas de lagos: Zúrich, Lucerna, Lausanne, Ginebra y Zug.
En verano el lago de ZUG es el gran protagonista, mucha gente se baña en el lago usando los embarcaderos y tumbándose en el césped a tomar el sol, una idea refrescante dadas las temperaturas que puede haber en estas zonas en esta época del año. Hay muchos bares y restaurantes en esta zona, y también es fácil encontrar aseos públicos impecables. Se ofrecen paseos en barco para disfrutar del paisaje, hay operadoras que alquilan equipos para disfrutar de deportes acuáticos como surf de remo, wakeboard, hidropedales y más.
Existe en sus orillas un monumento que marca el punto donde una parte de la orilla se deslizó en el lago en 1887.
MUSEOS:
El castillo de Zug es uno de los sitios históricos de la
ciudad, fue sede de la clase dominante de la población: los Lenzburgs, Kyburgs
y Habsburgs. Luego de que Zug se uniera a la Confederación Suiza en 1352, el
castillo pasó a ser propiedad privada y se usó durante mucho tiempo como
residencia para las familias importantes de Zug. Tras un extenso trabajo de
restauración llevado a cabo entre 1979 y 1982, el castillo se convirtió en un
museo donde se puede conocer la historia de la ciudad y el cantón de Zug.
Cavernas de Höllgrotten:
Muy cerca de Zug se encuentran las cavernas de Höllgrotten, de 6.000 años de antigüedad. Este sitio singular y fascinante esconde pequeños lagos, estalactitas y estalagmitas que forman un mágico paisaje subterráneo. Ubicadas en la quebrada de Lorze. Consisten en un sistema de cavernas de piedra caliza que se formaron con el correr del tiempo a partir de la caída constante de agua calcárea. A pesar de que son muy antiguas, fueron descubiertas recién en el siglo XIX cuando se excavó una cantera en las cercanías.
POSTRE TÍPICO
La Zuger
Kirschtorte no solo es una delicia para postre, sino también para tomarla entre
horas. Las capas inferior y superior están hechas de una masa llamada japonesa,
compuesta de almendras y avellanas; entre las dos, un esponjoso bizcocho. A
ello hay que añadirle una ligera crema de mantequilla con un kirsch de Zug de
primera calidad.
Se vende desde hará casi 100 años y desde entonces no ha dejado de perfeccionarse; ha sido galardonada en numerosos concursos de pastelería.
Museo del Pastel de Cereza de Zug:
Allí conocerás la historia de Heinrich Höhn, el inventor del pastel de cereza, quien en 1913 montó una pequeña confitería con su esposa. Fascinado por el kirsch local, experimentó con un pastel empapado en kirsch durante varios años hasta que finalmente lanzó el primer pastel de cerezas Zug, el cual fue todo un éxito. En 1943, Heinrich Höhn entregó su negocio a la familia Treichler
La Iglesia de St. Oswald es uno de los edificios del gótico
tardío más importantes de Suiza. Su enorme torre es el elemento más destacado
de su arquitectura, aunque todo el edificio es sumamente llamativo. Comenzó
a construirse en el año 1478 gracias al botín obtenido tras las guerras de
Borgoña, por lo cual es un reflejo fiel de la riqueza de ese período.
Murallas y torres de la ciudad:
En Zug se conservan cuatro torres que eran parte de la
antigua muralla que protegía la ciudad. Construidas en diferentes épocas. La
más pequeña de todas es la Torre Huwil, que se encuentra situada en medio de un
pequeño parque con juegos infantiles. La construcción impresiona por sus
gruesas paredes y buen estado de conservación. La Torre de los Capuchinos en su
momento estuvo en la esquina noreste de las fortificaciones de Zug. Fue
construida en el siglo XVI, concretamente en 1526. Lleva este nombre debido a
su proximidad con el monasterio de los capuchinos. Por su parte, la Torre de la
Pólvora fue construida a principios del siglo XVI en la esquina sureste de la
muralla. Sus paredes poseen un increíble grosor de 270 cm y, tal cual lo indica
su nombre, durante tres siglos se utilizó como almacén de pólvora. Al igual que
la Torre Huwil, hoy en día se encuentra habilitada para la realización de
eventos en su interior.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
AGRADECEMOS VUESTRA PARTICIPACIÓN