Alberto Giacometti (1901-1966), pintor y escultor suizo nacido en Stampa. Después de estudiar en Génova y Roma (Italia), en 1922 se instaló en París. Allí se convirtió en uno de los principales escultores surrealistas de la década de 1930, con una obra llena de ingenio e imaginación. Su obra surrealista más sobresaliente quizá sea El palacio a las 4 de la madrugada (1932-1933, Museo de Arte Moderno, Nueva York, Estados Unidos): se trata de un esqueleto arquitectónico que sostiene figuras y objetos suspendidos, y expresa la subjetividad y fragilidad de los sentidos temporal y espacial en el ser humano. En 1948 expuso sus obras después de experimentar durante doce años en el campo de la escultura y de la pintura. A partir de estos trabajos desarrolló un estilo muy personal de figuras frágiles pero de una enorme expresividad. Impregnadas de melancolía, sus pinturas y esculturas reflejan un sentido débil de la existencia, como si sus personajes sufrieran una constante amenaza de destrucción por parte del espacio que los rodea. Hacia el final de su carrera, Giacometti, aclamado unánimemente como uno de los mayores escultores del siglo XX, luchó denodadamente para que se reconociera la importancia de su trabajo pictórico. A lo largo de su vida realizó más de 350 lienzos. Sus retratos tienen un fuerte aire icónico, como en el cuadro La madre del artista (1950, Museo de Arte Moderno), en el que la figura sentada parece estar a punto de desaparecer en medio de la maraña de líneas y trazos que recorren la sala con unos muebles levemente inquietantes, o el Retrato de mujer (1965, Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid, España), donde el artista representa a su ama de llaves.
Albert Cohen (1895-1981), escritor y diplomático suizo, conocido sobre todo por su saga sobre una familia judía de Cefalonia.
Hijo de comerciantes judíos, realizó sus estudios de Bachillerato en Marsella, donde se habían trasladado sus padres poco después de su nacimiento. En el liceo conoció a Marcel Pagnol, que pronto fue su más íntimo confidente. Tras licenciarse en Derecho en Ginebra, se nacionalizó suizo y empezó su carrera de diplomático en diversas organizaciones internacionales, como delegado del movimiento sionista para la Sociedad de Naciones desde 1925, y más tarde para la Organización Internacional del Trabajo.
Al comenzar la II Guerra Mundial, se reunió con el general De Gaulle en Londres. En 1945, fue nombrado consejero jurídico del Comité intergubernamental para los refugiados, y dos años más tarde, a su regreso a Ginebra, de la Organización Internacional de Refugiados. “La necesidad principal en mis libros —escribe Cohen— ha sido el manifestar mi amor por el pueblo judío”. De hecho, su obra novelesca es una yuxtaposición de las epopeyas cómicas y desgarradoras, poniendo en escena personajes enormemente charlatanes, exuberantes y patéticos, que van desde lo más alto de la sociedad hasta los bajos fondos más miserables.
Tras el enorme éxito de Solal (1930), siguieron Comeclavos (1938), Los valerosos (1969), y sobre todo Bella del Señor (1968). Esta obra de más de ochocientas páginas, escrita en el momento de su jubilación y que supondrá para el autor el gran premio de novela de la Academia Francesa, es una sátira feroz sobre los funcionarios de la Sociedad de Naciones, que se ocupan únicamente de su carrera política, a la vez que una pintura lírica de una pasión amorosa, espléndida y devoradora. El amor filial inspiró a Cohen el Libro de mi madre (1954), retrato conmovedor de una humilde y solícita mujer, que sucumbirá ante el miedo y la tristeza en Marsella durante la ocupación nazi.
Carl Spitteler, seudónimo de Carl Felix Tandem (1845-1924), escritor suizo. Nació en Liestal y realizó estudios de derecho y teología en las universidades de Basilea, Zúrich y Heidelberg. La primera obra que publicó fue el poema épico en prosa Prometeo y Epimeteo (1881). Durante su larga carrera, Spitteler cultivó diversos géneros literarios, como el ensayo, el cuento infantil y la novela. En 1919 se le concedió el Premio Nobel, en cuya adjudicación se hacía mención especial a su poema épico en cuatro volúmenes Primavera olímpica (1900-1906; revisado en 1910 y 1924).Friedrich Dürrenmatt (1921-1990), escritor suizo de obras de teatro vanguardistas y novelas policiacas existencialistas.
Hijo de un clérigo, nació en Konolfingen y estudió en las universidades de Zúrich y Berna. Sus primeras obras de teatro, entre las que se encuentran Es steht geschrieben (1947), que trata sobre los anabaptistas monasterienses del siglo XVI, y Rómulo el Grande (1949), que analiza la caída de Roma, conjugan la ironía y el absurdo con la violencia y lo grotesco. Sus obras de teatro más conocidas, La visita de la vieja dama (1956) y Los físicos (1961), tratan sobre la justicia, la culpa, la venganza y la impotencia del individuo en la sociedad de masas. La visita de la vieja dama fue transformada en ópera (1971) por Gottfried von Einem y posteriormente llevada al cine con el título de La visita del rencor, película dirigida por Bernard Wicki e interpretada por Ingrid Bergman y Anthony Quinn. Entre sus últimas obras de teatro cabe destacar Retrato de un planeta (1971) y la comedia Achterloo (1983). De sus populares novelas policiacas sobresalen El juez y su verdugo (1952), La presa (1953), y El compromiso (1958). También es autor de varios ensayos. (Véase también Suiza: Literatura).
Johann Wyss (1782-1830), escritor suizo, nacido en Berna y formado en universidades alemanas. Enseñó filosofía y fue bibliotecario en Berna. Wyss es conocido principalmente por Los robinsones suizos (1812), una novela de aventuras, comenzada por su padre, sobre una familia de náufragos. Está inspirada en el Robinson Crusoe (1719), de Daniel Defoe pero tiene muchos méritos propios. Ha sido ampliamente traducida y se ha convertido en un clásico infantil. Wyss escribió también un himno suizo y se dedicó a recopilar el folclore de su país.Fuente :Microsoft ® Encarta .
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