En la actualidad se han difundido aplicaciones en dispositivos móviles, que elaboran textos, reflexiones, son capaces de crear obras de arte. Las alabanzas que reciben las mismas nos hace preguntarnos si el ser humano moderno se da cuenta de que está reconociendo una incapacidad creativa al recurrir a tales herramientas.
En siglos
pasados, centrados en el humanismo, se destacaban y alababan sus capacidades
cognitivas. Se daba paso a la admiración de, grandes músicos compositores,
genios creadores, visionarios de las ciencias, las letras, los deportes y las
habilidades manuales.
Las
capacidades humanas siguen estando, de hecho, estos programas son realizados
por personas, por genios creadores modernos.
Elegimos
volver la vista atrás. Apreciar nuestra propia ciudad y su historia. El
Paysandú que fue, ese departamento tan grande que hasta el año 1837 abarcaba
todo el norte del Río Negro; esa villa que creció pensando en ser un polo
cultural, ese Teatro Progreso (hoy Florencio Sánchez) que atrajo obras de renombre
a nuestra ciudad, esos tiempos que generaron la necesidad de realizar obras
culturales emblemáticas y perdurables, en las que intervino el maestro de obras
suizo, del Cantón del Ticino FRANCISCO PONCINI. El Teatro en cuestión luego
transformado en un cine, luego recuperado y actualmente revalorado y mejorado
es sólo un indicio de la visión de grandeza que los habitantes de esa época
veían en esta tierra emergente.
Así,
llegaron desde el siglo XIX, los inmigrantes.
Hoy no
hablaremos de Yaro, aunque podríamos nombrar a ese célebre cacique de la época
colonial, cuya variada actividad se desplazó desde Uruguay hasta los confines
de Corrientes, su nombre probablemente hace referencia a su tribu indígena, que
luego se fusionó con los charrúas. Según Augusto Schulkin.
Podríamos
también hablar de Benjamín Texeira Núñez habitante del 1930 en el vecino
departamento de Salto, podríamos decir que era propietario de 1300 hectáreas de
campo en la zona de Valentín que, con sus potreros de excelentes pasturas
naturales, criaba la raza Hereford, vecino de alta estima por sus relevantes
dotes morales y su don de gentes. (Material extraído del libro del centenario
de Salto).
Ese
desarrollo económico de la zona, impulsó el surgimiento de casas financieras,
el primer Banco que se estableció en la República, según el Libro del
Centenario de Salto se instaló en ese departamento, a principios de 1858 “La
Sociedad de Cambios”, con el fin de ampliar y extender sus operaciones para
llenar las necesidades del comercio organizándose en un verdadero Banco,
solicitó a los Poderes Públicos la autorización competente.
Se creó
el Banco de la Villa del Salto, institución de cambio, emisión, descuentos y
depósitos. Con un capital de 150.000 pesos fuertes en acciones de 200 pesos
cada una. Sus fundadores fueron Leandro Velázquez, Mariano Cabal, Manuel
Conceicao, Andrés Rivas, Eleuterio Mujica y Pastor Texo. El Gerente fue,
Leandro Gómez, que más tarde arrestado por la corriente de la guerra civil,
se inmortalizó en la defensa de Paysandú.
De
regreso a Paysandú, gracias a la noble y esmerada empresa de Ana María Tomeo
tenemos un registro de los suizos que eligieron nuestro departamento para
sembrar aquí sus sueños.
A
Paysandú llegaron suizos de muchos rincones de la confederación. No formaron
una colonia. No todos labriegos, vinieron desde suiza con muy distintas
profesiones.
Hablando
de los Alpes, la autora menciona a los Alpes Réticos, de formas pesadas, con
valles altos y hacia el sur, un relieve más acentuado de la Bernina y la
Silvretta.
...continuaremos desarrollando el tema en una futura entrada del Blog.
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