En el Cantón de Zúrich
El mayor festival de
Winterthur con un trasfondo histórico que se remonta a más de 750 años es un
bien cultural vivo con un atractivo mucho más allá de la región.
DEL 30 DE JUNIO AL 2 DE
JULIO DE 2023 ES ALBANIFEST, POR 50ª VEZ
Winterthur es una ciudad de
contrastes y de grandes sorpresas: tiene un pasado industrial, pero a la vez es
una ciudad muy verde. No es capital cantonal, pero es la sexta ciudad más
poblada de Suiza y su oferta cultural y de ocio es inmensa. Es conocida como
“la ciudad de los museos” y posee un casco antiguo medieval de postal.
Cada año, el último fin de
semana de junio, el corazón de Winterthur late más rápido durante tres días. -
más de 100.000 invitados al festival. Más de 70 asociaciones, 50 grupos de
danza y música, 150 comerciantes del mercado y 30 restaurantes del bulevar de
todas las culturas.
Qué ver en Winterthur, “Winti”,
como la llaman los locales, nunca quiso ser una “ciudad dormitorio de Zúrich” y
por ello se encargaron sus habitantes de llenarla de ocio, cultura y
actividades.
Sin lugar a dudas uno de los
sitios que ver en Winterthur es su casco antiguo, prácticamente todo
peatonalizado, que deja entrever su pasado medieval a través de las calles
empedradas y las fachadas en tonos pasteles.
También en esta calle se
concentran varios de los edificios históricos de la ciudad como el edificio del
Ayuntamiento, el “Zur Geduld” que data de 1717 y se cree que es uno de los
edificios más antiguos o la antigua Aduana, hoy reconvertida en pequeño museo-.
La Casa más pequeña de
Suiza; tiene solo 33 m2 de superficie y data de 1810.
Otro de los imprescindibles
que ver en Winterthur es la “Stadtkirche”, la iglesia evangélica reformada
dedicada a los tres patronos de la ciudad: San Lawrence, St. Albán y San
Pankratius.
Data de mediados del siglo
XIII, aunque en siglos posteriores ha sido ampliada y reformada. En el interior
se encuentra, el órgano, murales y vidrieras -casi todas del siglo XIX- así
como una pila bautismal de mediados del s. XVII.
La torre campanario implica
el ascenso de 280 peldaños que se van estrechando muchísimo a medida que llegas
a la parte alta. No apto para gente con vértigo.
Museo Technorama; una visita
perfecta si vas con familia ya que este es un “museo para tocar”. Se trata de
un museo de ciencia donde los más pequeños de la casa -y no tan pequeños-
podrás realizar cientos de experimentos y así aprender jugando.
Uno de los jardines más
bonitos es el “Rosengarten”. Con más de 300 variedades de rosas, es un sitio
ideal para tomar unas buenas panorámicas del centro histórico con las agujas de
la iglesia parroquial de fondo.
El antiguo barrio industrial.
Winterthur vivió su época dorada con la Revolución Industrial, cuando esta zona
-estratégicamente junto a Zúrich- abrió industrias de todo tipo y la ciudad se
desarrolló rápidamente.
Gran parte de esas
industrias ya no están en la ciudad y los esqueletos de esas factorías, entre
ellas las de los famosos talleres Sulzer, ahora han encontrado nuevas
funciones: albergan comercios, escuelas, bibliotecas, tiendas, galerías de arte
e incluso viviendas.
Todo el antiguo barrio
industrial, llamado Sulserareal, es ahora uno de los más pujantes y vibrantes
de la ciudad, con espacios amplios, llenos de vida.
Una de las propuestas de la
ciudad es el “golf urbano”, se trata de
un recorrido por la ciudad donde cada “hoyo” es, realidad un objeto urbano.
Otra de las razones para
visitar Winterthur es que desde la ciudad puedes tomarte un tren y en 20
minutos te plantas frente a un espectáculo natural que no verás en otra parte
del continente: las cataratas más grandes de Europa.
Justo en la frontera entre
Suiza y Alemania está la Catarata del Rin. Son más de 150 metros de ancho y con
una caída que alcanza los 23 metros.
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