Francisco Ramírez
(Francisco Ramírez, también llamado Pancho Ramírez; Arroyo
de la China, hoy Concepción del Uruguay, 1786 - Río Seco, 1821) Militar y
caudillo federalista argentino que fue gobernador de Entre Ríos durante la
guerra que enfrentó a las provincias argentinas contra Buenos Aires.
Francisco Ramírez
Era hijo de Juan Gregorio Ramírez, paraguayo, y de doña
Tadea Florentina Jordán, sobrina carnal del virrey Vértiz. Su madre, casada en
segundas nupcias, fue la madre de otro caudillo, Ricardo López Jordán
(1793-1846). Hizo sus primeros estudios en una escuela que sostenía don Juan de
Insiarte, el fundador de la villa del Arroyo de la China, y más tarde continuó
su formación personal en aulas dirigidas por frailes y clérigos seculares.
Al producirse la Revolución de Mayo, el ideal patriótico
logró muy pronto la adhesión de los entrerrianos, y el futuro caudillo se unió
inmediatamente a las ideas proclamadas en Buenos Aires. Su acción fue intensa,
ya con las armas, ya como nexo entre diversos grupos patriotas, salvo en el
breve lapso que estuvo prisionero de los realistas en Montevideo, de donde
logró huir para volver a su tierra.
Con el mismo fervor que hizo suyos los ideales de la Revolución
de Mayo apoyó los principios federalistas de Artigas. Plegado a las fuerzas que
dirigía el caudillo oriental José Gervasio Artigas, éste lo designó en 1816
comandante de Concepción del Uruguay, cargo que ejerció con tesón para
colaborar en la lucha contra el invasor portugués y consolidar el ideal
político sostenido por la Liga de los Pueblos Libres. Esta colaboración con
Artigas también lo llevó a luchar contra las tropas que respondían al gobierno
directorial. Con el tiempo, su figura alcanzó gran relieve y su fama se
extendió por Corrientes y Misiones.
El federalismo de Ramírez quedó bien expresado en un oficio
que el futuro Supremo y Estanislao López dirigieron a José Rondeau y en el que,
entre otros, se señalaba como objetivo "el establecimiento de un gobierno
elegido por la voluntad de las provincias que admiten por base el sistema de
federación, por el que han suspirado todos los pueblos desde el principio de la
revolución".
Alentado por los ideales del artiguismo y unido
estrechamente al gobernador de Santa Fe, Estanislao López, Ramírez invadió con sus
tropas la provincia de Buenos Aires, y el 1 de febrero de 1820 derrotó al
Director Supremo José Rondeau en los campos de Cepeda. Este hecho de armas
señaló el fin del gobierno nacional; pocos días después se disolvía el
Congreso, el mismo que en 1816 había iniciado sus deliberaciones en Tucumán, y
desaparecía el Poder Ejecutivo Nacional. Veintitrés días más tarde se firmaba
el tratado de Pilar.
Poco tiempo después surgieron los grandes desacuerdos entre
los defensores del federalismo. Ramírez se enfrentó con Artigas y, después de
ser derrotado en Las Tunas, cerca del Paraná, Artigas se exilió en Paraguay. El
29 de septiembre de 1820, Pancho Ramírez asumió los cargos de jefe supremo de
la República de Entre Ríos, formada por las provincias de Entre Ríos,
Corrientes y Misiones, y de general en jefe de su ejército. Durante el breve
período de paz que disfrutó dictó tres recordados reglamentos: del Orden
Militar, del Orden Político y del Orden Económico, textos legales que condensan
su pensamiento gubernativo.
Pero pronto surgieron las rivalidades con Estanislao López.
Fue la lucha contra López lo que llevó en primer lugar a Santa Fe (donde
recibió un rudo golpe al ser vencido el 26 de mayo 1821) y a la tierra
cordobesa después. Distanciado ya del caudillo José Miguel Carrera e impotente
para enfrentarse a las fuerzas coaligadas de Santa Fe, Buenos Aires y Córdoba,
trató de encontrar la forma de regresar prontamente a Entre Ríos.
Su muerte, el 10 de julio de 1821, tras ser derrotado por
López cerca de Río Seco, en Córdoba, quedó envuelta en un halo romántico, pues
había sido completamente vencido y sólo quedaban a su lado unos pocos soldados
y Delfina, unida a él desde años atrás por los vínculos del amor. Una partida
de Santa Fe se apoderó de Delfina, a la que despojaron de su roja chaquetilla y
del chambergo adornado con una pluma de avestruz que lucía cuando montaba. Ante
este hecho, el caudillo volvió grupas y se enfrentó con los perseguidores;
entonces fue cuando lo alcanzó la muerte por obra de un certero balazo. Delfina
pudo así salvar su vida.
Mientras tanto, la cabeza del infortunado caudillo era
separada de su cuerpo por el soldado Pedraza y, envuelta en un cuero de oveja,
enviada al campamento de Estanislao López. Éste la remitió a Santa Fe para que,
colocada en una jaula de hierro, fuera expuesta en el atrio de la iglesia
matriz. El padre Aguilar se opuso a que se vinculara lo sacro con tan macabro
hecho, haciendo que se colgara por tres días de las arcadas del Cabildo.
Embalsamada por Manuel Rodríguez, fue conservada mucho tiempo por López.
La trágica muerte del caudillo determinó que su figura y su
fama adquirieran perfiles legendarios. La compañera del caudillo Ramírez,
Delfina (1803-1839), era una hermosa mujer nacida en Brasil. Ramírez la conoció
en Paysandú en 1818, cuando era lugarteniente de Artigas. Era una amazona
consumada. Después se casó y vivió en Concepción del Uruguay (Entre Ríos),
hasta su muerte, ocurrida el 28 de junio de 1839.
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