En la jornada de hoy, domingo 13 de marzo de 2011 se cumplen 200 años del nacimiento del Gral. Leandro Gómez, quien es recordado por haber defendido nuestra ciudad "Hasta sucumbir" (sucumbir, liberar la patria o mejor morir) el 2 de enero del año 1865.
Arribando al escenario donde tuvo lugar el fusilamento del Gral. LEANDRO GÓMEZ pasamos por la Casa SORONDO, obra Arquitectónica reconocida a nivel local como obra del Maestro de Obras FRANCISCO PONCINI, por quien nuestra Biblioteca y Blog llevan su nombre.
Momento del acto homenaje en el que se descubrio una plaqueta conmemorativa a los doscientos años del nacimiento del Gral. a cargo del Sr. Intendente de Paysandú BERTIL BENTOS.
Fotografía tomada en oportunidad que el Sr.José Rivero Horta expreso palabras alusivas al Gral. Leandro Gómez, narrando acontecimientos de la defensa como así también del reconocimiento que desde la hermana República Argentina le dirigió en forma póstuma el hermano del autor del Martín Fierro, Rafael Hernández, recordando el Don de Gente del Gral.
La Plaza principal de Paysandú vestia desde tempranas horas de la mañana sus mejores galas aguardando el momento del inicio de los actos oficiales por el Bicentenario.
COMPARTIMOS ADEMÁS LO ESCRITO POR EL ARQUITECTO RUBENS STAGNO OBERTI
Estimados amigos de la Red: Hago llegar el artículo que me publica hoy EL TELEGRAFO, con motivo del bi-centenario del nacimiento de Leandro Gomez.
RUBENS STAGNO
(coordinador)
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LEANDRO GOMEZ Y SU PROFUNDA VOCACION ARTIGUISTA.
Unos días antes del 13 de marzo de 1811,día en que nacía Leandro Gomez y que hoy recordamos, José Gervasio Artigas abandonaba la plaza de Colonia donde revistaba como Capitán de Blandengues. Fue el 15 de febrero.
Marchó entonces a Buenos Aires cruzando el Rio Uruguay a la altura de Paysandú para adherirse a la Revolución de Mayo, e iniciar a su regreso el proceso emancipador en la Banda Oriental. Había comenzado la “admirable alarma”.
EN UNA MISMA PLAZA
Quiso la historia que un mismo espacio físico, una misma PLAZA, nada mas ni nada menos que nuestra plaza principal, llamada entonces LIBERTAD, y hoy PLAZA CONSTITUCION, fuera testigo mudo del accionar de dos grandes hombres de similares principios y convicciones.
En 1915, Antonio Dámaso Larrañaga, luego de un largo viaje de Montevideo a Paysandú, que le insumió 16 dias, “en un coche tirado por dos mulas y un cinchero de a caballo” (1) se encontró con Artigas justamente en ese lugar .
En su conocido “Diario de viaje” dejó un pormenorizado relato y descripción de ese encuentro, escribiendo que “ese pueblo de indios……. tiene el honor de ser interinamente la Capital de los Orientales por hallarse en ella su jefe y toda su plana mayor, con los Diputados de los demás Pueblos” que según dice se ubica a 20 cuadras del río.
Ahí se concretaba una nueva etapa de un proyecto revolucionario que se continuaría unas pocas leguas al norte, en Purificación. Proyecto de dimensiones regionales, con un sesgo radical en lo social, y una firme voluntad de independencia de la Corona española y de rechazo intransigente a las pretensiones intervencionistas del Imperio de Portugal. No sin contradicciones con los intereses de Buenos Aires.
Ese mismo espacio, esa misma plaza, 50 años después en 1865, sería el lugar donde otro oriental fue vencido al igual que Artigas por los mismos enemigos.
Con similares convicciones Leandro Gomez también instaló ahí su cuartel general, al mando de empecinados patriotas orientales, entrerrianos y hasta brasileños que juraron morir, antes que perder la libertad y la independencia .
Y antes que rendirse a la fuerzas de Venancio Flores, aliado a fuerzas extranjeras del imperio de Brasil y apoyado por el gobierno bonaerense.
“La conducta de Flores debió parecer a aquel gran artiguista que fue Leandro Gomez una tremenda abjuración de nuestro pasado histórico”.(2)
HIJOS DE ARTIGAS Y DE LOS TREINTA Y TRES
Alfredo R. Castellanos ,sostiene que venía a resultar así un héroe redivivo de los “Tiempos de la “Patria Vieja”, en cuyas tradiciones abrevó su acendrado patriotismo; constantemente inspirado en el ejemplo de Artigas y en el de los “Treinta y Tres”.
En noviembre de 1864, había emitido la siguiente proclama: “¡Soldados del norte del rio Negro! ¡Defensores de la Independencia Nacional!
“Las aguas del rio Uruguay se encuentran en estos momentos turbias por la presencia de las cañoneras del imperio brasileño.”
“Ellas pretenden imponer el bloqueo en los puertos de Paysandú y Salto, como un medio destructor de la riqueza nacional y como un elemento de vasallaje y de conquista, con que pretende el imperio dominar a la patria del inmortal Artigas; a la patria de esos héroes que la historia gloriosamente denomina ya con el dictado de los “Treinta y Tres”, y cuyos hijos somos nosotros; nosotros en cuyas venas circula la sangre altanera de nuestros antepasados, y en cuyas frentes hemos escrito con esa misma sangre “INDEPENDENCIA O MUERTE”.
Estas definiciones tienen un gran valor pues no hay antecedentes de proclamas anteriores en que fuera invocado Artigas, aunque haya, por ejemplo en la Cruzada de los Treinta y Tres, algunos elementos que marcan una continuidad con la revolución artiguista. (3)
LA DEFENSA DE LA FIGURA DE ARTIGAS EN PLENA LEYENDA NEGRA
En 1842 había adquirido a costa de innumerables sacrificios económicos, la espada que la Provincia de Córdoba le regalara a Artigas en 1815 y generosamente la ofreció al gobierno de la República, a la sazón bajo la Presidencia de Rivera. Sosteniendo que “todos los hijos de esta tierra deben sentir la mas profunda gratitud y veneración”.
En 1843 acompañó al Presidente del Gobierno del Cerrito, Manuel Oribe. En ese Gobierno tuvo un papel destacado en tanto Oribe lo conservó como su ayudante, distinción que da fe de la confianza que inspiraba a su jefe, el cual también le encomendó la dirección de la Aduana del Buceo y diversas misiones confidenciales de importancia.
En 1849, se estableció mediante un decreto, que en lo sucesivo la llamada calle “De la Restauración” se denominara “Calle del General Artigas” (Posteriormente pasó a llamarse 8 de octubre).
Es indudable que en este primer homenaje que en un espacio público se le tributara aún en vida, al Jefe de los Orientales, hubo un autor intelectual, y ahí debe haber estado la mano de Leandro Gomez.
Nuestra ciudad también fue la primera del interior en denominar tempranamente, en 1857, a una de sus calles con el nombre de General Artigas, nombre que desde entonces perdura en nuestro nomenclátor.
No era fácil defender la figura de Artigas en aquel entonces.
La llamada “leyenda negra” que comenzó desde comienzos de la gesta artiguista y se extendió mas allá de la independencia, tuvo en un famoso “libelo” escrito por Sainz de Cavia los primeros conceptos descalificatorios:”Genio maléfico”, “hombre turbulento”, ”doctrina antisocial”, ”doctrina del Impostor”.
No estuvo solo en cuanto a las calumnias sobre la actuación y el ideario del Prócer. Prosiguieron otros con juicios condenatorios, entre ellos Mitre, Presidente argentino que apoyó la cruzada de Venancio Flores:”tenía los instintos feroces….la hipocresía solapada del gaucho malo y el orgullo exagerado de sus facultades bajo las apariencias humildes”.
Domingo F. Sarmiento,en 1845, en su obra Facundo , ya lo condena y después lo definió como: “el patriarca de los caudillos del degüello y la barbarie”.
Siendo Presidente de la Argentina, entre 1868-74, se dirigía a Concordia por el Rio Uruguay, cuando al enfrentarse a la Mes eta de Artigas, hizo detener el barco y ascendiendo a la cumbre pronunció allí, al decir de Barrios Pintos “una áspera catilinaria contra el caudillismo y el Jefe de los Orientales, a mas de 23 años de su desaparición física”.
Los restos de Artigas fueron trasladados desde Asunción a Montevideo, recién 5 años después de su muerte siendo depositados en un depósito portuario.
Leandro Gomez desde el diario La Nación, solicitó que los restos de Artigas se sacaran “del rincón de la oficina pública en que estaban abandonados”, se les decretara funerales modestos, se les condujera al cementerio y se esculpiera-“en la misma loza que le sirviera de mausoleo en Asunción”-estas palabras: “siempre patriota, siempre honrado, siempre pobre hasta en el sepulcro”. Argumentaba el futuro héroe de Paysandú que se trataba “del primero y mas heroico campeón, del primero y mas eminente ciudadano, de la primera y mas grande de nuestras glorias, del que siempre fue modelo de abnegación y del mas puro patriotismo” (4)
Pero el país atravesaba una grave crisis política, por lo que ni el gobierno ni el pueblo se hicieron eco de la propuesta de Leandro Gómez y, en consecuencia los restos de Artigas continuaron abandonados en un galpón de la Capitanía del Puerto de Montevideo durante más de un año (5)
Paralelamente en 1856, Leandro Gomez inició la publicación de una serie de artículos en el diario La República de la época, sobre la personalidad y obra de Prócer.
Preguntaba en uno de sus artículos:”Que ha hecho la Nación Oriental en honor a su gran patriarca, a aquel distinguido oriental que fue el primero que enseñara un día el espinoso camino de la libertad y de la gloria, luchando enérgicamente, ya con la tiranía, y la dominación extranjera,….?”
Y finalizaba con estas proféticas palabras: “Artigas formara parte de la educación de nuestros hijos”. (6 )
Recién 4 años después Isidoro de María, publicaría la primer biografía sobre Artigas.
Las enseñanzas transmitidas por Leandro Gómez, habían calado hondo.
VIVAS A ARTIGAS DENTRO DE LAS TRINCHERAS
Según relata Orlando Rivero, en los últimos días de 1864, son muchos los que caen dentro de las trincheras de Paysandú, mientras se sucedían los vivas a Artigas, y se oía la consigna:
“¡Seremos tus dignos compatriotas, heroico Jefe de los Orientales!” repetían en voz alta, una y otra vez los valientes defensores, liderados por otro héroe de los Orientales.
Leandro Gomez fue uno de los principales reinvindicadores de Artigas.
Un fundamento mas para lo que sostuvo con toda justeza Carlos M. Maeso:
“La defensa de Paysandú no es un galardón de partido: es una gloria oriental”.
Arq. Rubens Stagno Oberti
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