El edificio en que funciona el Poder Legislativo, conocido desde
siempre como el Palacio Legislativo, es
sin duda el ejemplo testimonial más importante que tiene el país, de una bella y equilibrada arquitectura
neo-clásica, de fuerte inspiración griega
en el conjunto de sus fachadas exteriores, de eficiente diseño
funcional, y deslumbrante en la
concepción de algunos de sus espacios interiores y en su decoración.
Vistos a la distancia, se desdibujan los acontecimientos que culminaron
con la construcción del edificio, y solamente nos llega éste, como una hermosa
realidad tangible, serena y majestuosa, con su aleccionante significado
espiritual, que nos expresa la inquebrantable adhesión de los hombres de
aquella época, a los imperecederos principios de la democracia representativa.
El Uruguay, país pequeño de territorio y de escasos recursos
económicos, pero de fuerte raigambre democrática, consiguió plasmar en una obra
necesaria para el buen funcionamiento de la tarea legislativa, la doble
finalidad de resolver el acuciante problema funcional, y la de crear al mismo
tiempo un edificio público con características de monumento nacional.
Por la belleza, la majestuosidad y la nobleza de su arquitectura, y la
magnificencia de los materiales empleados, se transformó en el más digno
emblema de las ideas que representaba.
Desde hace ya muchos años, como testimonio de una fe inalterable en los
principios de la democracia representativa, la inmortal frase de Artigas ante
el Congreso del año 1813, "Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa por
vuestra presencia soberana" preside las reuniones de la Cámara de
Diputados, y de la Asamblea General.
La sugestiva frase está grabada
en letras romanas estucadas en oro, sobre una "tarja o
tarjeta" apropiada a esos fines,
que corona el estrado de la mencionada sala.
POR MÁS INFORMACIÓN EN :
EN SU INTERIOR DESTACAMOS LA BIBLIOTECA UBICADA EN EL SEGUNDO PISO Y DESDE CUYA ENTRADA SE APRECIA EL SALÓN DE LOS PASOS PERDIDOS.
El Salón Central de la Biblioteca, ubicado en el segundo piso del edificio, que puede evaluarse como una pequeña joya dentro de la arquitectura del Palacio. Está totalmente revestido en su doble altura con anaqueles de caoba en dos cuerpos superpuestos, separados por un hermoso balcón , del que se accede a los libros de la parte superior. Capiteles de bronce, delgadas columnas de maderas claras, refinadas taraceas, y un espléndido plafón de caoba artesonado, culminan la decoración de esta Sala.
El Salón de Fiestas, en el extremo del Salón de Pasos Perdidos, está compuesto por un salón central importante y dos salas menores a cada lado. Es célebre por la llamativa decoración de sus techos, realizada por un excelente artista nacional de nombre Enrique Albertazzi, y por la riqueza pictórica que encierra . En sus paredes aún no tapizadas cuelgan grandes cuadros murales como "Las Instrucciones del año XIII" de Pedro Blanes Viale, y "La Batalla de las Piedras" de Manuel Rosé. También hermosos retratos de héroes nacionales , Rivera, Oribe, y Lavalleja, pintados por José Luis Zorrilla de San Martín y por Manuel Rosé.
EN EL MISMO NO SE PERMITE SACAR FOTOS A LAS OBRAS ARTÍSTICAS PARA PRESERVARLAS DE LOS EFECTOS DEL FLASH FOTOGRÁFICO.
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