Paso de San Gotardo
Paso de San Gotardo, por Rudolf Koller (1873).
El moderno Puente del Diablo reemplaza al antiguo, más abajo.
El paso de San Gotardo (en alemán, Gotthardpass; en italiano, Passo del
San Gottardo) es un Paso de montaña situado a 2109 metros en Suiza, entre
Andermatt (Uri) y Airolo (Tesino) en los Alpes Lepontinos, que conecta la parte
septentrional (germanófona) de Suiza con la parte meridional (italoparlante) de
Tesino, y la ruta hacia Milán. Aunque el paso se conocía en la antigüedad, no
se empleó ampliamente hasta principios del siglo XIII, porque comportaba vadear
el turbulento Reuss, crecido con las nieves fundidas durante el principio del
verano, en la empinada Garganta de Schöllenen, bajo Andermatt. Las muertes por
ahogamiento en el paso se incrementaban en abril y mayo, según los antiguos
relatos de las villas cercanas.
El Puente del Diablo (Teufelsbrücke, en alemán) se construyó en unas
condiciones tan adversas que las leyendas en torno a su construcción forman por
sí solas una categoría completa en el sistema de clasificación Aarne-Thompson
para leyendas populares (número 1191).1 El Reuss era tan difícil de vadear, que
un pastor suizo deseó que el Diablo construyera un puente. El Diablo apareció,
pero pidió ser el primero en cruzar. El montañés estuvo de acuerdo, pero le
hizo al Diablo el regalo de una cabra por su trabajo, siendo esta la primera en
cruzar el puente y no el propio Diablo.2 Enfadado por esta afrenta, el Diablo
desprendió una roca para lanzarla contra el puente y destruirlo, pero una
anciana dibujó una cruz en la roca, de forma que el Diablo no pudo sostenerla.
La roca está todavía allí, y en 1977 se gastaron 300 000 francos suizos en
mover la roca de 220 toneladas y 127 metros para hacer espacio para el nuevo
túnel de San Gotardo.
La construcción del Puente del Diablo, Carl Blechen, c. 1833 (Neue
Pinakothek, Múnich).
El puente permitía que el tráfico siguiera el Reuss hasta su fuente y
sobre la línea divisoria de aguas entre el Rin y el mar del Norte y el Po y el
Mediterráneo, y a partir de allí, hacia Tesino y Milán. Era un camino de
herradura y para rebaños hasta 1775, cuando, tras la mejora del camino, pasó el
primer carro.
El paso se dedicó ya en 1236 a San Gotardo (960–1038), abad de
Hersfeld, más tarde obispo de Hildesheim (1022). Hijo del arzobispo Federico de
Salzburgo, Gotardo fue abad del monasterio benedictino de Nieder Altaich en 996
y reformó otros monasterios bajo el patronazgo de Enrique II del Sacro Imperio
Romano Germánico. Su hospicio para viajeros de San Moritz, cerca de Hildesheim,
se haría famoso.
El paso visto por Turner (c. 1802).
El túnel ferroviario de San Gotardo, abierto en 1882 para el tráfico
ferroviario con el coste de la pérdida de 177 vidas de trabajadores, reemplazó
el antiguo paso.3 Un túnel por carretera de 17 km se abriría en 1980, con un
número menor de muertos (53). Un segundo túnel ferroviario a través del paso
fue inaugurado el 1 de junio de 2016. Las autoridades suizas esperaban que se
produjesen menos de diez muertes en los trabajos de construcción, siendo
finalmente ocho el número de trabajadores muertos durante los trabajos de
excavación.
Es el túnel ferroviario más largo del mundo, con 57 km. Combinado con
dos túneles más cortos que se planea se construyan cerca de Zúrich y Lugano
como parte de la iniciativa AlpTransit, reducirán en una hora el viaje en tren
de Zúrich a Milán, que en la actualidad dura tres horas y 40 minutos, además de
incrementar el número y el tamaño de los trenes que pueden operar en la ruta.
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