Estimados amigos de la RED:
Un
nuevo robo , una nueva pérdida para nuestro patrimonio, nos conmovió en
los primeros días del año.En este caso un manto en bronce de uno de los
monumentos funerarios del Cementerio Viejo.Ya se había hurtado del
mismo un ramo de flores.
EL AUTOR NO ERA EL PROFESOR ARQUITECTO GIOVANNI DEL VECCHIO
Una
primer aclaración: En la información de prensa que adjuntamos, se dice
que es obra del artista Giovanni Del Vecchio. Nos hemos asesorado con
Alejandro Mesa, que junto a Enrique Moreno y Silvia Pérez, han
estudiado,investigado, y se han especializado en cementerios
patrimoniales y en particular en este ejemplo único en el país que
tenemos en Paysandú.Ellos editaron un fascículo que se llama: “De qué
nos están hablando los símbolos del Cementerio Viejo?”.
Según
Alejandro, esa obra escultórica no es de Giovanni del Vecchio, al menos
el manto de bronce, y otras piezas del mismo material son del escultor
Félix Morelli, y el resto es de granito rosado, del que se encuentra en
nuestro sub-suelo.Existe otro monumento igual en el Cementerio del
Buceo, por lo cual si se quisiera el manto se puede hacer nuevamente.
Agrego:
Giovanni del Vecchio, no era un escultor como comunmente se cree.Era un
diseñador, que en base a un catálogo, componía conjuntos escultóricos
que luego encargaba a artistas genoveses, con el material de aquel
sub-suelo, o sea el mármol de Carrara, de color blanco que lo
caracteriza.
Hace
unos años, encontré un diseño para la fachada de la Farmacia Suiza,
(frente al Rincón de Leandro Gomez) firmado por Giovanni Del Vecchio,
que no es el que después se construyó.En una visita posterior al
Cementerio de Mercedes, comprobé lo que pensaba.Hay un panteón funerario
que firma: Profesor Arquitecto Giovanni del Vecchio. A su vez las
Arqtos. Adriana y Laura Bozzo, que estudiaron en Italia, visitaron el
cementerio de Scaglieno en Génova y no hay ninguna obra del “escultor”
Giovanni del Vecchio.
RECLAMOS JUSTOS Y NECESARIOS.
De
inmediato se alzaron voces, que con justicia reclaman medidas de
seguridad, lo cual apoyamos. Cámaras, sistema de alarmas, seguridad en
los muros, etc,(Tardíamente llegaron los rollos de alambre tipo
consentina, que impiden traspasar muros, algo no tan costoso y que desde
hace años tendrían que haber estado colocados).Saltaron los muros o
salieron por los portones?.Recordemos que cuando robaron los restos del
Gral. Leandro Gomez, entraron al Mausoleo con réplica de las llaves.
El vandalismo y los robos se suceden desde hace muchos años.
Es
evidente que hay una brigada de delincuentes, que se ha especializado
en robos selectivos, de piezas valiosas, que seguramente son
comercializadas en el exterior.Conocen el movimiento en los museos, y el
momento adecuado para trabajar.No fue fácil sacar el medallón de Pedro
Rivero, se trabajó cuidadosamente con punta y maseta, para despegar el
mármol de la mampostería. En este caso se desprendió cuidadosamente del
granito la pieza de bronce. Y que decir del Monumento a la Madre y el
busto de Gabino Ezeiza, donde no hay muros?
Durante
muchos años del espacio público, se sustrajeron los nombres antiguos de
las calles de Paysandú, para comercializarlas aquí o en Buenos
Aires.?No se debieron retirar por parte de la Intendencia?Por suerte se
salvaron algunas placas que indicamos en que calle se encontraban, para
que fueran retiradas y hoy se conservan en el Museo Histórico.
También
se reclama un inventario de todos nuestros bienes y un registro
fotográfico. Lo cual es imprescindible.Quien va donar un documento o un
objeto a la Intendencia con los antecedentes que tenemos de que todo
desaparece?
Tampoco
existe un Centro de Documentación, donde esté radicado ese inventario, y
todo tipo de documentos que hacen a nuestra historia y a nuestro
patrimonio en el amplio abanico que el término hoy comprende.
Cuestiones mínimas, que nunca se lograron concretar.
LO QUE SE RECLAMA NO ALCANZA
Estamos
convencidos de que Paysandú vivió épocas de florecimiento cultural
donde la ciudad y los ciudadanos se enriquecieron, con maravillosos
aportes de bienes culturales. Esculturas,murales, obras
pictóricas,espacios públicos muy bien diseñados y concebidos,
arquitectura de vanguardia,etc. donde actuaban , artistas plásticos,
arquitectos, diseñadores, etc. mancomunados con el objetivo común de
dejar sus obras para la comunidad.
Si
se estudia esos períodos se verá la conjunción de objetivos y
esfuerzos, desde las esferas dirigentes o sea desde el poder político en
lo departamental y la sociedad civil.
No
es casual que grandes escultores, pintores, arquitectos, nos legaran
importantes obras que hoy pasan desapercibidas, porque tampoco hay una
cartelería indicativa, ni guias impresas con registros fotográficos,
descripición, autor, año ubicación etc.
En
la agenda política, hay otras prioridades, y por lo general estos temas
quedan relegados.Aunque tampoco somos de la idea de decir que tal o
cual administración .no hizo nada. Han tenido sus luces y sombras, pero
todas han dejado algo que se podría ennumerar.
Hemos
sufrido un proceso de pérdidas, y debemos volver a construir una
cultura de la preservación de nuestros bienes culturales y patrimonio en
general.
De
tal forma que sea la comunidad en su conjunto la guardiana de esos
bienes y en segundo lugar que nuestras autoridades, se metan en la
cabeza, que deben de tener muy en cuenta en su agenda política, este
reclamo, y dar el ejemplo desde arriba. Un proceso que debe abarcar a la
enseñanza en todos sus niveles, y estar presente en cada organización
de la comunidad, para romper con la ignorancia, la indeferencia y la
desidia..
ALGUNOS EJEMPLOS RECIENTES
Como se dice comunmente este año que finaliza hemos recibido una de cal y otra de arena en cuanto a nuestro patrimonio.
Lo
positivo: -Que la Comision de Cultura de la Junta Deptal, y la propia
Junta durante la Presidencia de Arcieri, ayudara con recursos para
publicar “Paysandú:alrescate de patrimonios olvidados”, que recoge
artículos publicados en EL TELEGRAFO durante 10 años.
-El
aporte desde la sociedad civil,que comenzó en recuperar primero los
nombres antiguos de las calles de Paysandú, luego el Monumento a la
Madre, y el busto al Gral. Artigas en la Plaza Acuña, y en octubre del
2013, el busto a Gabino Ezeiza, en el entorno sur de la Plaza Artigas,
espacio debidamente acondicionada por la Dirección de Paseos Publicos.
-La
re-inauguración del Museo de la Tradición, con una innovadora propuesta
museística, digna de verse y difundir, a cargo de la Dirección de
Museos y el equipo que se ha conformado.
Lo
negativo: -Que las tallas de madera que lucían en el Paseo del Mercado,
se hallan ubicado sin ton ni son en la semipeatonal, atadas con alambre
a las columnas de iluminación. Ahí no se necesitaba mas decoración, y
en todo caso, algunas de ellas ubicadas en puntos adecuados, podrían
lucir de otro modo, jerarquizando la propia escultura y su entorno.
Deben ser devueltas a su sitio original.
-Que
en la intervención que se está haciendo en el Obelisco, se haya
retirado una placa original en bronce, que era parte del conjunto
escultórico.Debe ser reubicada en el mismo lugar bien amurada para que
no desaparezca.
-Lo
mas preocupante, un grave error a corregir: Que una dependencia
municipal haya ofrecido a una Mesa de Jóvenes, repintar con otros
motivos, la estructura apaisada que servía de soporte al mural del
artista Guillermo Fernandez, frente a las instalaciones de
Vialidad.Donde existen varios muros perimetrales que se pueden ofrecer
para esas expresiones juveniles. Ese mural era parte del espacio de
acceso a la exposición Internacional de la Producción del Rio Uruguay
del año 1964.Guillermo Fernandez, fue un gran artista plástico, alumno
de Torres García, y dirigió el Taller Municipal de Pintura desde 1959 a
1967. Debe ser repintado con sus colores originales, hoy existe un
barniz antigraffiti, para proteger esos murales. Se debe corregir el
error y dar el ejemplo desde las propias autoridades municipales.
Todo lo que planteamos será mucho pedir ? Si unimos esfuerzos, se puede!
Arq. RUBENS STAGNO
Coordinador de la Red Patrimonio Paysandú
……..
Robaron manto de bronce de mausoleo de la familia Apotheloz en Monumento a Perpetuidad
Locales | 08 Ene
A dos años del robo de la pistola de chispa del brigadier general Juan
Antonio Lavalleja del Museo Histórico Municipal, desconocidos robaron en
el Monumento a Perpetuidad. Entre el sábado 4 y el lunes 6 de enero, se
llevaron un manto de bronce de unos cincuenta por cuarenta centímetros,
ubicado en una urna del monumento fúnebre de Clemente Apotheloz y
familia.
El robo, descubierto por la funcionaria que ingresó al turno matutino en la mañana de ayer, se suma a otros ya perpetrados sobre piezas de bronce. El último, a mediados del año pasado, las cadenas de bronce que rodeaban el monumento fúnebre de Ida Aguilar, fallecida a los 16 años, que se encuentra en la avenida central del Monumento a Perpetuidad.
El Monumento a Perpetuidad cuenta con guardia de seguridad nocturna, pero desde las 14, en que se cierra al público, hasta la medianoche, cuando ingresa la guardia, hay un lapso de tiempo considerable para que ladrones puedan actuar con cierta tranquilidad. Una de las vías de escape es el muro que da al hospital.
Precisamente, la Intendencia de Paysandú, según confirmó la encargada de Museos, María Julia Burgueño, acaba de adquirir alambre concertina (utilizado en instalaciones de seguridad) para colocar en las paredes laterales, a fin de evitar el ingreso de intrusos; y además que usen esos muros como vías de escape.
“Nos robaron antes, lamentablemente es así; pero tenemos todo para empezar a mejorar sustancialmente la seguridad del lugar”, dijo Burgueño.
El manto de bronce, cuyo peso se desconoce, integraba el concepto arquitectónico del monumento, construido en granito rosado, mármol y bronce en 1900 por Giovanni del Vecchio. Miguel Ángel Pías describió el cuerpo escultórico indicando que en la concepción artística destaca la figura central del ángel, en bronce, que se encuentra asegurado con cadena y candado. “Con sus enormes alas abiertas y con el pie izquierdo adelante; en sus manos el libro de los libros, la Biblia, es un ángel caminante”, escribió Pías.
Bajo el ángel, una urna y sobre ella “un manto de bronce, sábanas sepulcrales, donde se ha depositado un fino ramo floral”, agregó Pías. Lo primero que fue robado fue el ramo de flores y ahora, también el manto, todo en bronce. El manto tiene un precio de mercado de fundición de escaso valor, pero uno muy importante como pieza escultórica histórica.
Clemente Apotheloz fue un comerciante que tenía establecimiento en el centro de la ciudad. Integró la Comisión Administradora del Fondo de Canalización del Arroyo Almirón (en 1896) y la Comisión del Ateneo de Paysandú (1898). Su familia fue muy apreciada en la ciudad por sus obras de caridad.
DOS AÑOS DESPUÉS
El 6 de enero de 2011 fue descubierto el robo de una pistola de chispa utilizada por el Brigadier General Juan Antonio Lavalleja, desde el Museo Histórico Municipal, frente a la Intendencia de Paysandú y la Seccional 1º de Policía. Tras días de arduas pesquisas, fueron encontrados los autores del robo (que incluyó además monedas antiguas y varios sables), Jorge Andrés Luberiaga Quintana, alias “Zapallito”, José Eduardo Rezzano y un entonces menor de edad.
Ellos revelaron que en realidad no buscaban la pistola de Lavalleja, sino que el encargo fue por la espada de Leandro Gómez, la que había sido retirada días antes del museo, para trasladarla al mausoleo de plaza Constitución.
ACERVO EN PELIGRO
El Monumento a Perpetuidad ha sido objeto repetidas veces de ataques, en algunos casos vandálicos pero en su mayoría con intenciones de robo. Así puede apreciarse la falta de muchas piezas de bronce de diferentes monumentos fúnebres que constituyen en conjunto un fiel reflejo de la sociedad de su época, sus valores, su representatividad social y credos religiosos. Hay monumentos con una rica simbología en los que proliferan elementos masones, sajones y católicos.
Quizás el robo más importante haya sido el medallón en mármol blanco de Carrara que lucía en su cuello la estatua eregida en honor del defensor de Paysandú Pedro Jacinto Ribero, del escultor José Livi.
No obstante, pese a esa y otras importantes pérdidas, no hay un catálogo completo de todas las obras y sus diferentes detalles, como legado a las futuras generaciones, previendo que puedan producirse nuevos ataques y robos.
El robo, descubierto por la funcionaria que ingresó al turno matutino en la mañana de ayer, se suma a otros ya perpetrados sobre piezas de bronce. El último, a mediados del año pasado, las cadenas de bronce que rodeaban el monumento fúnebre de Ida Aguilar, fallecida a los 16 años, que se encuentra en la avenida central del Monumento a Perpetuidad.
El Monumento a Perpetuidad cuenta con guardia de seguridad nocturna, pero desde las 14, en que se cierra al público, hasta la medianoche, cuando ingresa la guardia, hay un lapso de tiempo considerable para que ladrones puedan actuar con cierta tranquilidad. Una de las vías de escape es el muro que da al hospital.
Precisamente, la Intendencia de Paysandú, según confirmó la encargada de Museos, María Julia Burgueño, acaba de adquirir alambre concertina (utilizado en instalaciones de seguridad) para colocar en las paredes laterales, a fin de evitar el ingreso de intrusos; y además que usen esos muros como vías de escape.
“Nos robaron antes, lamentablemente es así; pero tenemos todo para empezar a mejorar sustancialmente la seguridad del lugar”, dijo Burgueño.
El manto de bronce, cuyo peso se desconoce, integraba el concepto arquitectónico del monumento, construido en granito rosado, mármol y bronce en 1900 por Giovanni del Vecchio. Miguel Ángel Pías describió el cuerpo escultórico indicando que en la concepción artística destaca la figura central del ángel, en bronce, que se encuentra asegurado con cadena y candado. “Con sus enormes alas abiertas y con el pie izquierdo adelante; en sus manos el libro de los libros, la Biblia, es un ángel caminante”, escribió Pías.
Bajo el ángel, una urna y sobre ella “un manto de bronce, sábanas sepulcrales, donde se ha depositado un fino ramo floral”, agregó Pías. Lo primero que fue robado fue el ramo de flores y ahora, también el manto, todo en bronce. El manto tiene un precio de mercado de fundición de escaso valor, pero uno muy importante como pieza escultórica histórica.
Clemente Apotheloz fue un comerciante que tenía establecimiento en el centro de la ciudad. Integró la Comisión Administradora del Fondo de Canalización del Arroyo Almirón (en 1896) y la Comisión del Ateneo de Paysandú (1898). Su familia fue muy apreciada en la ciudad por sus obras de caridad.
DOS AÑOS DESPUÉS
El 6 de enero de 2011 fue descubierto el robo de una pistola de chispa utilizada por el Brigadier General Juan Antonio Lavalleja, desde el Museo Histórico Municipal, frente a la Intendencia de Paysandú y la Seccional 1º de Policía. Tras días de arduas pesquisas, fueron encontrados los autores del robo (que incluyó además monedas antiguas y varios sables), Jorge Andrés Luberiaga Quintana, alias “Zapallito”, José Eduardo Rezzano y un entonces menor de edad.
Ellos revelaron que en realidad no buscaban la pistola de Lavalleja, sino que el encargo fue por la espada de Leandro Gómez, la que había sido retirada días antes del museo, para trasladarla al mausoleo de plaza Constitución.
ACERVO EN PELIGRO
El Monumento a Perpetuidad ha sido objeto repetidas veces de ataques, en algunos casos vandálicos pero en su mayoría con intenciones de robo. Así puede apreciarse la falta de muchas piezas de bronce de diferentes monumentos fúnebres que constituyen en conjunto un fiel reflejo de la sociedad de su época, sus valores, su representatividad social y credos religiosos. Hay monumentos con una rica simbología en los que proliferan elementos masones, sajones y católicos.
Quizás el robo más importante haya sido el medallón en mármol blanco de Carrara que lucía en su cuello la estatua eregida en honor del defensor de Paysandú Pedro Jacinto Ribero, del escultor José Livi.
No obstante, pese a esa y otras importantes pérdidas, no hay un catálogo completo de todas las obras y sus diferentes detalles, como legado a las futuras generaciones, previendo que puedan producirse nuevos ataques y robos.
Clemente Apotheloz, tenía también un bazar y tienda llamada La Bola de Oro ubicada en la calle 18 de Julio 333, casi 19 de Abril.
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