El
próximo martes 30 de julio, a las 19:30hs., el recién
inaugurado Mercado Agrícola será testigo de una fusión
tan poco común como es la de los cuernos de los Alpes
del Engiadina Alphorn Ensemble con los
uruguayísimos tamboriles de Rey Tambor.
Esta
reunión se produce en el marco de las actividades
desarrolladas por la Embajada de Suiza por la
condición de Capital Iberoamericana de la Cultura que
ostenta Montevideo en 2013, gracias a una muy buena
colaboración de la Intendencia Municipal de
Montevideo.
Los
admiradores del Alphorn y los suizófilos tendrán la
rara oportunidad de ver y escuchar al alphorn en
acción cuando el Engiadina Alphorn Ensemble
toque en Argentina y en Uruguay.
El
alphorn (también conocido como el alpenhorn) es un
largo y angosto instrumento de viento que se curva al
final y se abre. El instrumento de madera fue
desarrollado hace casi 2.000 años por tribus celtas
que vivían en la vertiente norte de los Alpes y se
utilizó para calmar a las vacas lecheras cuando se las
ordeñaba y para señalar el crepúsculo, cuando los
pastores traían de vuelta sus ovejas para pasar la
noche.
El
alphorn se convirtió en un elemento importante de la
cultura Alpina y fue un pilar de las reuniones y
fiestas. Los artesanos solían buscar árboles que
presentaran una curvatura en la base para tallar los
cornos, pero hoy en día la base está hecha de otro
trozo de madera. Con un diseño sencillo y dimensiones
probadas a lo largo del tiempo, el alphorn es capaz de
producir notas de una poderosa reverberación con un
rango de tres octavas, a pesar de su falta de
orificios laterales. Aunque la música del alphorn se
caracteriza por tonos largos, arqueados, algunos
músicos dan muestras de un virtuosismo increíble.
El
Engiadina Alphorn Ensemble es oriundo de St.
Moritz/Engadina en Suiza suroriental. El grupo se
reunió informalmente en 1988, y desde ese momento
tocan periódicamente. El grupo de seis miembros,
incluye a un director de la Junta de turismo, dos
policías y tres jubilados.
Actualmente
el conjunto toca en producciones de cine y televisión.
Incluso tienen su propio Día Anual del Alphorn en
Engadina. Han tocado en en Vail, Colorado, en el marco
de la Copa Mundial de Esquí 2000 y en Asia, haciendo
paradas en Singapur, Kuala Lumpur, Ciudad Ho Chi Minh
yTaipei.
El
día Nacional de Suiza fue instituido en 1899 para
conmemorar el juramento del Rutli, acto fundacional de
Suiza. En el verano de 1291, representantes de los
cantones de Uri, Schwyz y Unterwalden se unieron para
fundar la Federación Suiza. Tradicionalmente se
festeja con comidas comunales, discursos patrióticos,
canto, destrezas y, por supuesto, tocando el alphorn.
Un poco de historia |
La
historia de este corno natural de madera es muy
larga….
Se
lo puede encontrar de los Balcanes a los Pirineos. Es
fácil adivinar que el corno alpino fue utilizado desde
épocas remotas por pastores para advertir sobre
peligros inminentes de una montaña a otra y como medio
de convocatoria. Los primeros registros escritos se
remontan al siglo II D.C.: el historiador romano
Tacitus lo describe como un instrumento característico
de las poblaciones germánicas en su obra "De origine
et situ Germanorum" y lo llama cornu alpinum.
Otra
contribución importante sobre los orígenes de este
instrumento se puede ver en un mosaico romano del 2°-3
° siglo AD que se encontró en los Alpes suizos
(Bosceaz bei Orbe VD) que representa a un vagabundo en
el acto de tocar un corno: hay que recordar que los
romanos siempre utilizaban además de la más famosa Buccina,
el Lituo, un instrumento de bronce en forma de
cuerno de animal de más de un metro de largo que bien
podría haber a inspirado o influido a población Alpina
que ya había tomado contacto con las legiones romanas.
En
la edad media se lo encuentra mencionado como Lituum
alpinum, mientras que más tarde en 1619, Michael
Praetorius en su famosa ópera Syntagma musicum lo
definirá como "Holzern trummet", es decir, la trompeta
de madera. Se emplea definitivamente la palabra
Alphorn a partir de principios del siglo XVIII, cuando
alcanza la longitud característica ("dos veces la
altura de un hombre") con el pabellón vuelto hacia
arriba. Actualmente se fabrica y toca solamente en dos
zonas de los Alpes, el Tirol y Suiza, donde se
convirtió en el instrumento popular nacional.
Respecto
de la relación del corno alpino con música "culta"
cabe recordar que en el ámbito sinfónico fue utilizado
por primera vez por Leopold Mozart (1719-1787) quien
lo impuso como instrumento solista en su "Sinfonía
pastoral" fecha 1755. Sin dudas ha fascinado a los
compositores que tuvieron la oportunidad de
escucharlo: varias referencias al breve y sugerente
"ranzen de vaches" se pueden encontrar en las famosas
composiciones de Beethoven, Webern, Rossini,
Meyerbeer, Wagner y Berlioz. Más recientemente han
redescubierto el Alphorn un número de compositores
como Farkas, Isoz, Daetwiler, que han sido capaces de
mejorar las cualidades evocadoras. Sin embargo, el
homenaje más llamativo sigue siendo sin duda uno de J.
Brahms. En 1868 compuso una breve melodía para el
corno alpino, después de haberlo escuchado en un viaje
a Suiza,: nueve años después resonaron en la famosa
melodía Solo corno que introduce el final de la
primera sinfonía!
Finalmente,
inspirado por el poema “Alphorn” de Justinus Kerner
(1786-1862), en 1836 Richard Strauss a la edad de
catorce años, escribió el trío "Alphorn" op. 15 No. 3
para soprano, corno y piano, aunque al escucharlo uno
puede preguntarse si el joven compositor había
escuchado un Alphorn alguna vez.
El Corno Alpino,
un instrumento artesanal
|
Si
la tradición del Alphorn ha experimentado muchos
cambios entre los siglos XVI y XX, apenas ha cambiado
la forma del instrumento: incluso hoy en día, el corno
es un largo tubo cónico, curvado en el extremo como un
cuerno de vaca. Hasta cerca de 1930, el corno se talló
en abetos jóvenes naturalmente curvado, en una ladera
de la montaña. El tronco se cortaba en dos y se
ensamblaban luego las dos mitades ahuecadas.
En
la actualidad los fabricantes de cornos utilizan otras
especies como el fresno o materiales modernos, por
ejemplo la fibra de carbono. La técnica de manufactura
también ha evolucionado pues el instrumento ya no se
fabrica en una sola pieza, sino en diferentes partes
(tubo de extensión Central, pabellón), y se pegan para
darle forma.
Independientemente
del método elegido – ahuecado o ensamblado de los
elementos- toma, casi 70 horas de trabajo hasta que el
pabellón alcanza los 4 a 7 milímetros de grosor.
Una
vez ahuecado y montado, las piezas se fijan con
anillos. Un pie pequeño (de madera) permite
estabilizar el corno. El instrumento está listo para
adornarse. Antiguamente se utilizaban tiras de corteza
de abedul, metal, cornamentas, cereza o lino.
Por
casi un siglo, la abertura superior es quien determina
la altura y el timbre del instrumento
El origen del Alphorn
|
El
Alphorn es un regalo de los espíritus, dice la
leyenda.
Hace
mucho tiempo, un joven pastor llamado Res (André)
cuidaba las vacas en un prado del Haslital. En una
hermosa noche de verano, mientras el joven dormía, es
despertado por tres extraños que entraron a la
quesería. Un gigante sostenía el caldero al queso. Un
pastor frágil y pálido traía cuencos llenos de leche
desde la despensa. Sentado junto a la chimenea, un
cazador vestido de verde fijaba la mirada en las
brasas. Extrajo un pequeño frasco de su bolsillo y
vertió un cuajo rojo en la leche hirviendo. Mientras
que el gigante agitaba vigorosamente, el pastor pálido
tomó una vara de madera de extraña forma y comenzó a
tocar frente al establo. Res nunca había escuchado esa
música: sonidos largos, sostenidos, cautivadores, se
volvían alternadamente graves y guturales, o claros y
alegres. Se despertaron los animales. Por todas
partes, las campanas de las vacas empezaron a repicar,
superponiéndose suavemente al eco del misterioso
instrumento.
Bajo
la inmensa bóveda estrellada, Res fue invadido por una
mezcla de alegría y nostalgia.
Mientras
tanto, el gigante había vertido el suero en tres
tazones e invita al joven a escoger uno. Curiosamente,
uno de los platos era rojo como la sangre, el otro
verde como la hierba y sólo el tercero era blanco como
la nieve. El gigante explicó que el suero rojo daba
vigor, coraje y una gran fuerza. El cazador sin
embargo le recomienda la bebida verde al joven ya que
así, los más hermosos Alpes convertirían en su
propiedad. El pastor pálido tendió a Res el tazón
blanco, prometiéndole a cambio el corno. El chico
recordó los sonidos mágicos y eligió la bebida blanca.
Tenía un delicioso sabor a leche y cuando apoyó la
taza en la mesa la taza, los espíritus habían
desaparecido. El fuego resplandeció una última vez
antes de apagarse. Pero junto a la chimenea, estaba el
Alphorn. Amanecía. Res salió del establo y tocó el
instrumento. Después de tocar algunas notas, hizo una
pausa y escuchó la música que se reflejaba por el eco,
como si fuera la voz de un espíritu.
Abajo
en el Haslital, sorprendidos por estos sonidos
maravillosos, la gente se preguntaba si las montañas
se habían puesto a cantar.
Embajada
de Suiza.
NOTA: MATERIAL ENVIADO POR LA PRESIDENTA DEL CLUB TICINESE DE MONTEVIDEO:Sra.NORA INDUNI DE HERNÁNDEZ.
NOTA: MATERIAL ENVIADO POR LA PRESIDENTA DEL CLUB TICINESE DE MONTEVIDEO:Sra.NORA INDUNI DE HERNÁNDEZ.
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