Compartiremos al azar algunos de los libros, materiales, documentos que se encuentran en nuestra Biblioteca para ser consultados y retirados a domicilio por nuestros Socios.
En esta oportunidad:
François Mauriac
(Burdeos, 1885 - París, 1970) Escritor francés que abordó en sus obras, de raigambre católica, el tema del hombre sin Dios. Huérfano de padre, se educó en el clima de fervor católico propiciado por su madre. Licenciado en letras en París, en 1907, sus comienzos fueron clásicos: dos volúmenes de versos intimistas, Les Mains jointes (1909) y L´Adieu à ladolescence (1911).
Al terminar la Primera Guerra Mundial, en la que participó como conductor de ambulancias, prosiguió su carrera en el Gaulois, periódico mundano. En París, en 1918, conoció a M. Proust, a quien dedicó Proust (1926) y Du côté de chez Proust (1947). Después de diez años de intentos, el triunfo de su novela El beso al leproso (1922), un estudio del daño causado por el anhelo de amor, lo consagró por fin.
La audacia del tema un "malentendido físico" entre esposos lo indispuso con la crítica católica. Pero el éxito de Mauriac se debió precisamente a la fuerza de los tipos que inmortalizó: madres austeras y posesivas, esposos desunidos, adolescentes en conflicto. En 1923 publicó Genitrix, al año siguiente El mal y en 1925 El desierto del amor. En 1927 obtuvo un gran éxito con Thérèse Desqueyroux, lo cual lo impulsó a desarrollar un ciclo que comprendió las novelas Lo que estaba perdido (1930) y La Fin de la nuit (1935), así como las obras breves Thérèse chez le docteur (1932) y Thérèse à l'hôtel (1933).
En 1928, año en que publicó la novela Destins, Mauriac atravesó una crisis religiosa que marcó un momento esencial de su vida. En este período apareció Souffrances du chrétien (1928), luego Bonheur du chrétien (1929), ensayos que mostraban los desgarramientos y luego la reconciliación de un alma perturbada por el deseo. Superada la grave crisis moral, intentó confrontar sus novelas con las exigencias de la fe. En 1932 apareció Nudo de víboras, novela en la que fustigaba el conformismo del medio burgués del que había salido. Paralelamente a su obra novelesca, cultivó el género autobiográfico con memorias reales, Commencements dune vie (1932), o imaginarias, como Le Mystère Frontenac (1933), al mismo tiempo que proseguía su obra de ensayista con Blaise Pascal et sa soeur Jacqueline (1931) y Le Romancier et ses personnages (1933). En 1933 fue elegido miembro de la Academia Francesa.
(Burdeos, 1885 - París, 1970) Escritor francés que abordó en sus obras, de raigambre católica, el tema del hombre sin Dios. Huérfano de padre, se educó en el clima de fervor católico propiciado por su madre. Licenciado en letras en París, en 1907, sus comienzos fueron clásicos: dos volúmenes de versos intimistas, Les Mains jointes (1909) y L´Adieu à ladolescence (1911).
Al terminar la Primera Guerra Mundial, en la que participó como conductor de ambulancias, prosiguió su carrera en el Gaulois, periódico mundano. En París, en 1918, conoció a M. Proust, a quien dedicó Proust (1926) y Du côté de chez Proust (1947). Después de diez años de intentos, el triunfo de su novela El beso al leproso (1922), un estudio del daño causado por el anhelo de amor, lo consagró por fin.
La audacia del tema un "malentendido físico" entre esposos lo indispuso con la crítica católica. Pero el éxito de Mauriac se debió precisamente a la fuerza de los tipos que inmortalizó: madres austeras y posesivas, esposos desunidos, adolescentes en conflicto. En 1923 publicó Genitrix, al año siguiente El mal y en 1925 El desierto del amor. En 1927 obtuvo un gran éxito con Thérèse Desqueyroux, lo cual lo impulsó a desarrollar un ciclo que comprendió las novelas Lo que estaba perdido (1930) y La Fin de la nuit (1935), así como las obras breves Thérèse chez le docteur (1932) y Thérèse à l'hôtel (1933).
En 1928, año en que publicó la novela Destins, Mauriac atravesó una crisis religiosa que marcó un momento esencial de su vida. En este período apareció Souffrances du chrétien (1928), luego Bonheur du chrétien (1929), ensayos que mostraban los desgarramientos y luego la reconciliación de un alma perturbada por el deseo. Superada la grave crisis moral, intentó confrontar sus novelas con las exigencias de la fe. En 1932 apareció Nudo de víboras, novela en la que fustigaba el conformismo del medio burgués del que había salido. Paralelamente a su obra novelesca, cultivó el género autobiográfico con memorias reales, Commencements dune vie (1932), o imaginarias, como Le Mystère Frontenac (1933), al mismo tiempo que proseguía su obra de ensayista con Blaise Pascal et sa soeur Jacqueline (1931) y Le Romancier et ses personnages (1933). En 1933 fue elegido miembro de la Academia Francesa.
"Thérèse Desqueyroux"
La novela está centrada en la psicología compleja del personaje principal, que le da su título y del cual el autor dice que es un caos viviente. Es la historia de un crimen cuyas motivaciones escapan a su autora, Thérèse Desqueyroux. Es sobre todo la introspección que ésta realiza a raíz de su crimen. Un autoanálisis que no consigue esclarecer los motivos que le indujeron a no impedir que su marido se envenenara sin darse cuenta.
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