Los activistas ejecutaron los fondos recibidos en “una apuesta a embellecer la ciudad, tratando los temas del medioambiente con una actitud proactiva, porque entendemos que hay cosas para hacer”, indicaron.
La reforestación se realizó contra el río Uruguay desde Antonio Estefanell hasta el ex Parador Bárbara y se ubicaron especies “que están bastante protegidas con buenos tutores porque pretendemos minimizar los daños. Esto es un llamado a la sociedad a cuidarlos para que seamos guardianes de nuestro patrimonio con un rol activo”, explicaron.
El grupo agradeció el apoyo de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) que donó las especies de monte ribereño ingá, mataojo, ceibo, francisco álvarez, guayabo colorado, murta, palmeras pindó, guaviyú, guayabo blanco, curupí, plumerillo rosado, pitanga, entre otros. “La Intendencia, que se había comprometido frente a Naciones Unidas en el aporte de la especies, tuvo complicaciones para conseguirlas”, expresaron. El equipo complementa su actividad de difusión y promoción del cuidado del medio ambiente en general, con seminarios a cargo de técnicos especializados y “lo hacemos porque entendemos que la sociedad debe definir el tipo de desarrollo que quiere. Entre desarrollo y medio ambiente, se tiene que fijar la base más amplia del conocimiento, el punto de equidistancia entre las dos partes y ver hasta dónde se quiere llegar”.
El grupo ambientalista asegura que “no solamente el sistema político y el gobierno de turno” deben tomar parte en estos temas, sino la sociedad civil organizada. “Por eso tomamos los espacios públicos para mejorarlos”, finalizaron.
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