Estimados integrantes de la RED: Envío el artículo que me publica hoy EL TELEGRAFO.
Espero
que sea de vuestro agrado y que a su vez sea un aporte mas a la “Larga
marcha de Paysandú, hacia la recuperación del sitio donde se ubicó
Purificacion”.
RUBENS STAGNO
Coordinador
………………….
NICANOR AMARO O EL BANCO REPÚBLICA
¿Quién donó al Estado el predio de la Meseta de Artigas?
Locales | 10 Mar
“La meseta de Artigas fue adquirida por el Banco República”; hace unos
cuantos años guardé en mi computadora, este titular tomado de una de las
publicaciones que hacía EL TELEGRAFO de sus páginas del pasado.
Se trata del ejemplar del jueves 13 de octubre de 1938, que hoy el diario archiva digitalizado, un verdadero y único Centro de Documentación, donde por suerte podemos recurrir los que hacemos “viajes al pasado” y relatamos historias locales.
La nota dice así: “Informa un colega de la capital: El Banco República por feliz circunstancia, ha adquirido una extensión de campo en el Departamento de Paysandú, sobre el Río Uruguay, en la cual se halla comprendida la histórica Meseta de Artigas…
El Banco oficial se propone ahora hacer entrega al Estado del Monumento y del perímetro histórico del paraje, a fin de que se conserve a perpetuidad con sus caracteres actuales y se le destine a sitio de peregrinaciones patrióticas”.
De los archivos municipales, nos dan estos datos: se trata del Padrón 5.217, de 50 hectáreas, (incluye la Meseta) que la sucesión de Juan J. Tutzó, entregó al Banco República, en pago de deuda. Quien a su vez lo entregó al Estado. Hoy existe un comodato de uso a 30 años, entre el Ministerio de Educación y Cultura y la Intendencia de Paysandú.
También en la exhaustiva investigación que hizo la Facultad de Humanidades, y que concluyó definitivamente en que el sitio donde se localizó Purificación es en la estancia El Hervidero, unos pocos kilómetros al norte de la Meseta, (que era un puesto de observación de aquel complejo), hay una cita que transcribo:
Horacio Arredondo incorpora otros datos a la descripción del lugar. Sostiene que la meseta de Artigas constituye una reciente donación del Banco de la República al Estado, con una extensión de 50 ha y destaca los valores paisajísticos del lugar. Agrega que el lugar reúne otro interés:
“ya que está junto a uno de los solares máximos de la historia nacional, tan hermosos como la propia Meseta y que ocupa un lugar prominente en el sentimiento espiritual del país. Me refiero al Hervidero, donde quedan aún vestigios de aquel célebre pueblo de Purificación, donde se levantó la primera escuela pública de la patria, donde se acordó la fundación de la Biblioteca Nacional y donde se concertó el primer acto diplomático del Uruguay (...)”.
Horacio Arredondo, fue quien restauró la Fortalezas de Santa Teresa , y construyó el impresionante Parque que hoy disfrutan miles de uruguayos y visitantes del exterior. También restauró el Fuerte de San Miguel.
Arredondo, que visitó esos lugares en el departamento de Paysandú, cargados de contenido histórico, también proponía en 1942 refiriéndose al actual casco de la estancia El Hervidero: “Este edificio, por sí solo, constituye una reliquia que debe conservarse por los motivos expuestos. Pero aún tiene más valor: la tradición nos entera que ya sea el señor Amaro o su antecesor en el lugar, don Francisco Juanicó, levantó el edificio de la estancia respetando la planta o parte de ella, del edificio que ocupara el General Artigas; y dado el proverbial patriotismo y comprensión que han distinguido a los señores Amaro y Juanicó, no es aventurado suponer que esa tradición oral descansa sobre un hecho material muy posible… el relevamiento nos va a traer la prueba irrefutable de que dentro de los muros de la vieja estancia de Amaro se conservan los más antiguos que dieron amparo, durante la época más azarosa de su vida, al Protector de los Pueblos Libres”.
Entonces, Arredondo levanta la iniciativa de crear el Parque del Hervidero, en el oeste tal como creó el Parque de Santa Teresa en el Este, que conserve estas reliquias históricas, con un adecuado registro de las sucesivas construcciones y las características paisajísticas del lugar.
Esta comprobación que hemos realizado, viene al caso, pues se ha sostenido en estos últimos días, en diversos medios, que fue el bisabuelo del actual Propietario de la estancia de El Hervidero, Nicanor Amaro, quien donó ese predio así como parte el Monumento en la Meseta.
En efecto, tomamos de un reciente artículo del diario El País, en una nota del periodista Carlos Cipriani, donde el Dr. Aroztegui, sostiene: “Hace casi doscientos años que no se puede encontrar el lugar, porque no quedaron rastros, salvo en la meseta, en donde está el monumento al Prócer, que solventó el bisabuelo de Gutiérrez Amaro (Propietario actual de la estancia El Hervidero), quien además regaló cincuenta hectáreas para su realización. Nosotros sostenemos que en ese lugar es mucho más probable que estuviera Purificación”. Contradice por tanto la profusa documentación existente, los fundamentos de la Ley Nº17.631 aprobada por los integrantes de las dos Cámaras (con un solo voto en contra), que dice claramente, que aquel Cuartel General y Villa de Purificación, estaba ubicado dentro de los padrones No.4980 y 4983, de la 4ta. Sección catastral de Paysandú (actual Estancia El Hervidero) y por tanto se lo declara Monumento Histórico Nacional (año 2003). Ley que promulgó el Presidente de la República Dr. Jorge Batlle.
Como es sabido, posteriormente se le encarga un Informe a la Facultad de Humanidades, donde participaron investigadores en historia, arqueología, etcétera. El Informe es exhaustivo y contundente: se confirma que el sitio es donde hoy se ubica la Estancia El Hervidero. Después de este informe del año 2004, nunca nadie aportó documento o investigación científica que dijera otra cosa. Eso está laudado, no caben más dudas.
Lo que si deja dudas es el motivo por el cual durante tantos años se sostuvo que el predio de la Meseta, fue donado por Nicanor Amaro. Dejamos esta inquietud para seguir investigando en las traslaciones de dominio del bien.
Arq. Rubens Stagno Oberti
NOTA: Cuando se coloca la piedra fundamental del Monumento a construir en la Meseta, el 19 de junio de 1894, se labra un acta donde consta que el predio ha sido donado generosamente por Nicanor Amaro, propietario de esas tierras y además Presidente de la Comisión constituida en Salto con dicho fin.
Se trata del ejemplar del jueves 13 de octubre de 1938, que hoy el diario archiva digitalizado, un verdadero y único Centro de Documentación, donde por suerte podemos recurrir los que hacemos “viajes al pasado” y relatamos historias locales.
La nota dice así: “Informa un colega de la capital: El Banco República por feliz circunstancia, ha adquirido una extensión de campo en el Departamento de Paysandú, sobre el Río Uruguay, en la cual se halla comprendida la histórica Meseta de Artigas…
El Banco oficial se propone ahora hacer entrega al Estado del Monumento y del perímetro histórico del paraje, a fin de que se conserve a perpetuidad con sus caracteres actuales y se le destine a sitio de peregrinaciones patrióticas”.
De los archivos municipales, nos dan estos datos: se trata del Padrón 5.217, de 50 hectáreas, (incluye la Meseta) que la sucesión de Juan J. Tutzó, entregó al Banco República, en pago de deuda. Quien a su vez lo entregó al Estado. Hoy existe un comodato de uso a 30 años, entre el Ministerio de Educación y Cultura y la Intendencia de Paysandú.
También en la exhaustiva investigación que hizo la Facultad de Humanidades, y que concluyó definitivamente en que el sitio donde se localizó Purificación es en la estancia El Hervidero, unos pocos kilómetros al norte de la Meseta, (que era un puesto de observación de aquel complejo), hay una cita que transcribo:
Horacio Arredondo incorpora otros datos a la descripción del lugar. Sostiene que la meseta de Artigas constituye una reciente donación del Banco de la República al Estado, con una extensión de 50 ha y destaca los valores paisajísticos del lugar. Agrega que el lugar reúne otro interés:
“ya que está junto a uno de los solares máximos de la historia nacional, tan hermosos como la propia Meseta y que ocupa un lugar prominente en el sentimiento espiritual del país. Me refiero al Hervidero, donde quedan aún vestigios de aquel célebre pueblo de Purificación, donde se levantó la primera escuela pública de la patria, donde se acordó la fundación de la Biblioteca Nacional y donde se concertó el primer acto diplomático del Uruguay (...)”.
Horacio Arredondo, fue quien restauró la Fortalezas de Santa Teresa , y construyó el impresionante Parque que hoy disfrutan miles de uruguayos y visitantes del exterior. También restauró el Fuerte de San Miguel.
Arredondo, que visitó esos lugares en el departamento de Paysandú, cargados de contenido histórico, también proponía en 1942 refiriéndose al actual casco de la estancia El Hervidero: “Este edificio, por sí solo, constituye una reliquia que debe conservarse por los motivos expuestos. Pero aún tiene más valor: la tradición nos entera que ya sea el señor Amaro o su antecesor en el lugar, don Francisco Juanicó, levantó el edificio de la estancia respetando la planta o parte de ella, del edificio que ocupara el General Artigas; y dado el proverbial patriotismo y comprensión que han distinguido a los señores Amaro y Juanicó, no es aventurado suponer que esa tradición oral descansa sobre un hecho material muy posible… el relevamiento nos va a traer la prueba irrefutable de que dentro de los muros de la vieja estancia de Amaro se conservan los más antiguos que dieron amparo, durante la época más azarosa de su vida, al Protector de los Pueblos Libres”.
Entonces, Arredondo levanta la iniciativa de crear el Parque del Hervidero, en el oeste tal como creó el Parque de Santa Teresa en el Este, que conserve estas reliquias históricas, con un adecuado registro de las sucesivas construcciones y las características paisajísticas del lugar.
Esta comprobación que hemos realizado, viene al caso, pues se ha sostenido en estos últimos días, en diversos medios, que fue el bisabuelo del actual Propietario de la estancia de El Hervidero, Nicanor Amaro, quien donó ese predio así como parte el Monumento en la Meseta.
En efecto, tomamos de un reciente artículo del diario El País, en una nota del periodista Carlos Cipriani, donde el Dr. Aroztegui, sostiene: “Hace casi doscientos años que no se puede encontrar el lugar, porque no quedaron rastros, salvo en la meseta, en donde está el monumento al Prócer, que solventó el bisabuelo de Gutiérrez Amaro (Propietario actual de la estancia El Hervidero), quien además regaló cincuenta hectáreas para su realización. Nosotros sostenemos que en ese lugar es mucho más probable que estuviera Purificación”. Contradice por tanto la profusa documentación existente, los fundamentos de la Ley Nº17.631 aprobada por los integrantes de las dos Cámaras (con un solo voto en contra), que dice claramente, que aquel Cuartel General y Villa de Purificación, estaba ubicado dentro de los padrones No.4980 y 4983, de la 4ta. Sección catastral de Paysandú (actual Estancia El Hervidero) y por tanto se lo declara Monumento Histórico Nacional (año 2003). Ley que promulgó el Presidente de la República Dr. Jorge Batlle.
Como es sabido, posteriormente se le encarga un Informe a la Facultad de Humanidades, donde participaron investigadores en historia, arqueología, etcétera. El Informe es exhaustivo y contundente: se confirma que el sitio es donde hoy se ubica la Estancia El Hervidero. Después de este informe del año 2004, nunca nadie aportó documento o investigación científica que dijera otra cosa. Eso está laudado, no caben más dudas.
Lo que si deja dudas es el motivo por el cual durante tantos años se sostuvo que el predio de la Meseta, fue donado por Nicanor Amaro. Dejamos esta inquietud para seguir investigando en las traslaciones de dominio del bien.
Arq. Rubens Stagno Oberti
NOTA: Cuando se coloca la piedra fundamental del Monumento a construir en la Meseta, el 19 de junio de 1894, se labra un acta donde consta que el predio ha sido donado generosamente por Nicanor Amaro, propietario de esas tierras y además Presidente de la Comisión constituida en Salto con dicho fin.
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