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lunes, 15 de noviembre de 2010

Presentación del libro "El hombre de marzo" de Tomás de Mattos. Envia Red Patrimonio. Arq.Rubens Stagno


PRESENTACIÓN DEL LIBRO


"EL HOMBRE DE MARZO"


DE TOMÁS DE MATTOS

El Centro de Estudios Paysandú (CEP) los invita a la presentación del libro "El hombre de marzo" sobre la vida de José Pedro Varela. El autor de esta obra, Tomás de Mattos, estará presente en esta actividad.

Lunes 22 de noviembre de 2010 - 19.00 horas

Sala de Conferencias "1º de Julio" del diario EL TELEGRAFO

Entrada libre

Les enviamos adjunto una entrevista al autor y un anticipo de dicho libro.

CENTRO DE ESTUDIOS PAYSANDÚ (CEP)

Entrevista a Tomás de Mattos

—¿Por qué la elección del personaje?

TDM: —Yo estaba haciendo otra novela y me encontré con que necesitaba un personaje que coincidía exactamente con la persona de José Pedro Varela; entonces empecé a estudiarlo como personaje secundario simplemente. Me encontré [...] realmente con la mentalidad más revolucionaria del último cuarto del siglo XIX, la de la generación que fundó este país tal como es hoy. Me pareció un personaje que tenía todo para ser un personaje de novela: una vida novelesca, trágica en cierto sentido, polémica... Y un personaje que no era el que normalmente pensamos los uruguayos que fue Varela, a quien vemos como el profeta laico que descendió del Sinaí secularizado, con tres mandamientos: la enseñanza laica, gratuita y obligatoria. Y es muchísimo más que eso. Él pensaba en una reforma de toda la educación pero, al mismo tiempo, pensaba en una reforma de todo el país. En definitiva, es un servidor de la democracia, quería construir democracia en el país y sembró, como dice Vaz Ferreira, esa ilusión.

—¿En qué genero ubicaría la obra?

TDM: —Totalmente como novela, y es importantísimo aclararlo. Porque hay una vida íntima de Varela a la cual uno no puede,

de ninguna manera, acceder en documento alguno; aunque a veces sí hay fragmentos de un diario personal donde confiesa cosas que importan. Pero el novelista, a diferencia del historiador, siempre procede con una vasija hecha añicos a la que tiene que reconstruir, y a esos añicos los va tratando de armar y se va a encontrar siempre con faltantes. Entonces tiene que ponerle exactamente el mismo contorno, tiene que tratar de darle la misma sustancia, y tiene que lograr también que ese fragmento tenga una verosimilitud tal que no afecte la veracidad del personaje. En cierto sentido, uno tiene que trabajar con presunciones a partir de hechos conocidos y hechos absolutamente desconocidos. Eso, en la novela, puede sorprender a muchos lectores; no es una novela que sea una biografía novelada, sino que es una novela que, de algún modo, quiere darnos el aire que respiró Varela, que podamos volver a oír los latidos del corazón de Varela.

—¿Por qué el título El hombre de marzo?

TDM: —Porque él le llamaba a Jesús de Nazaret el hombre de diciembre.

Varela era un gran cristiano y un muy convencido anticlerical, es decir, para nada católico, mucho más cercano de los protestantes que de los católicos. Él seguía mucho la línea del evangelio americano de Francisco Bilbao.

Entonces, para referirse a Jesús, le gustaba destacar que no se estaba refiriendo a un dios sino a un hombre, y le llamaba el hombre de diciembre. Y da la casualidad de que él es un hombre de marzo en un doble sentido de la palabra “marzo”: porque nació un 19 de marzo y porque aceptó colaborar con la dictadura de Latorre (lo que le costó mucho, y que incluso implicó cuatro días de deliberaciones revisando una primera negativa), un 27 de marzo.

Entonces, por eso es El hombre de marzo.

—¿Por qué la obra fue estructurada así?

TDM: —La traté de estructurar con falsos testimonios, pensando en un texto que nunca iba a ser publicado, a partir de versiones supuestamente taquigráficas reunidas por Josefina Péguy, a partir del interrogatorio a personas muy allegadas a Varela. En concreto, Adela Acevedo, su esposa; Carlos María Ramírez, que fue el hombre que más lo conoció, el mejor amigo que tuvo Varela, a diferencias que tuvieron en determinado momento y que superaron al fi nal; por supuesto, su hermano Jacobo Varela, y Bartolito Mitre, quien era secretario de Sarmiento cuando este era ministro plenipotenciario de Argentina en los Estados Unidos. Indudablemente, Sarmiento fue un mentor para Varela. Nadie mejor que Bartolito Mitre, con su personalidad no precisamente comprometida con la política ni con la educación, para ser la fi gura que más podía dar ese testimonio, porque lo conoció de cerca. Ahí partí de una carta real de Bartolito Mitre, aunque la amplié muchísimo […]. Y las entrevistas a Adela Acevedo se hacen siempre a través de las taquígrafas mujeres, para que Adela se sienta con más tranquilidad para hablar de la vida íntima de José Pedro.

—¿Por qué la estructura quedará en dos partes, por qué serán dos libros?

TDM: —Un poco por la extensión, pero un poco también por el hecho de que hay dos tramos en la vida de Varela: uno es la formación de Varela, la búsqueda.

Bartolito dice “nosotros desafrancesamos a Varela” y en reali-desafrancesamos a Varela” y en reali-desafrancesamos dad no fueron ellos, Varela se desafrancesó solo cuando se desilusionó desafrancesó solo cuando se desilusionó desafrancesó de Francia en su visita. Creo que hubo un proceso de varelización de Varela. Él, por ejemplo, consideraba la educación del pueblo, desde mucho antes de escribir el libro, como una solución para el tema de la construcción de la democracia. Pero nunca se creía que él fuera el encargado de hacerlo hasta que, conociendo la experiencia norteamericana y hablando con norteamericanos, y fundamentalmente también con Sarmiento, se convenció de que él podía formarse para esa tarea, y realmente se formó.

El hecho es que se produce el milagro de que un muchacho que a los veintidós años no tenía una formación en la pedagógica (como le decían en aquel momento a la pedagogía), en pocos años se convierte en el principal responsable de la reforma escolar, que realiza en cuarenta y tres meses. Estos meses, a su vez, están divididos en dos períodos. Uno, en el que era funcionario municipal, porque la educación era competencia de las Juntas Económicas de cada departamento, y él la convierte en nacional. Y aparte de eso, con grandes problemas, como en el último año, el 1879. Diez meses de esos cuarenta y tres pasó en agonía, y por lo tanto con grandes sacrificios y prácticamente sin salir de su casa, así que quedan treinta y tres meses. Pero a su vez tuvo un accidente en el que perdió un ojo y también eso le llevó otros dos meses. En realidad, estamos hablando de treinta y un meses, y superando numerosos obstáculos.

Varela muere trágicamente, no solo porque se siega [y se ciega] una vida joven, sino fundamentalmente porque muere convencido de que su obra va a ser desmantelada.

Desmantelada en lo externo por una contrarreforma legislativa que estaban promoviendo Soler y Bauzá desde el Parlamento elegido, e incluso desmantelada en el propio seno de la sociedad que él había fundado, “Amigos de la educación popular”, donde había sido derrotado, porque quería una apertura muy grande en las Ciencias Pedagógicas, y ve que se las quiere convertir en un único pensamiento pedagógico, a través de la influencia de Francisco Berro. Y él pierde esa discusión por un voto dentro de la Asociación.

Entonces muere enfrentado a un muro: qué hay más allá, si es que hay algo más allá, si hay un futuro personal o no; no olvidemos eso de la cristianización de Varela y la importancia que le daba a la religión. Y por otro lado, un muro respecto al futuro para lo que había hecho, casi con la certeza de que iba a fracasar.

—¿Cómo quedarían compuestas las dos partes?

TDM: —Es una yuxtaposición de entrevistas que hace Josefina Péguy a personajes que son relevantes en la vida de Varela. El lector queda en contacto con un texto que no está todavía preparado, como si fuera un reportaje sin edición, como si estuviera todo yuxtapuesto, para tratar de dar un poco la idea de verdad. Pero ojo, que es una idea de verosimilitud, no de veracidad. Y son dos tomos: uno que se titula El hombre de marzo. La búsqueda, y el segundo tomo que se titula El hombre de marzo. El encuentro. Ahora lo que vamos a publicar es el primer tomo, y como ya está todo planificado y es nada más que escribirlo, pienso que el segundo tomo podrá salir en este mismo año.

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